*AYER
Camino por este sendero al que llamo amor. Ese en el que unas veces estas arriba y otras estás abajo, como una noria. Te encuentro y estrecho tu mano. Entonces me siento especial, como si volara. Te miro a los ojos, no más de veinte segundos y bajo la mirada avergonzada cuando te das cuenta. Así repaso cada segundo de mi vida que he estado arropada por tu abrazo. Sonrío y te unes a mi risa. Ya veo tus ojos aun mas de cerca, entonces como si fuera un flash tus labios besan los míos y me quedo quieta, tímida mirando tus ojos hasta que sonreímos, mientras nuestros labios siguen unidos. Entonces de mi boca quieren brotar frases parecidas a un te quiero pero no encuentro el valor, solo hay miedo, miedo de que te puedas ir. Me abrazas en un silencio mutuo hasta que lo rompes susurrándome al oído “SIEMPRE”. Pero no sé por qué, no me convence. Sigo abrazada ti esperando a que vuelvas a romper nuestro silencio, pero lo rompo yo: ¿Siempre?.
*HOY
Ahora estoy sola con mi mente en aquella frase: ¿Siempre?. Me auto convenzo de que no, no es para siempre. Te veo aparecer. Pasas a mi lado y dejo caer mi mano, mirándote a los ojos y esperando que la agarres, pero ni me miras ni la coges. Entonces de mis ojos quieres caer lágrimas y me siento sola entre toda la gente. Éramos tu y yo. Ya no. Ahora solo sé que te quiero. Extraño el olor de tu pelo, el sonido de tu voz en susurros y la calidez de tus manos sobre mi espalda. Tenía sueños que hoy son pesadillas. Mis sollozos se hacen eco en la habitación y el sonido es hermoso, mi mente se llena de recuerdos, recuerdos que oscurecen el alma. Me decías: “me encantan tus ojos” mientras acariciabas mi pelo. Así siento como al poner mi mano sobre mi pecho hay un hueco. El peor recuerdo que me enturbia la mente es que tu te llevaste eso que lo ocupaba. Y sobre todo… por mucho que espero a que me lo devuelvas... no regresas.
*MAÑANA
Tras aquella caída que ya casi ni recuerdo me vuelvo a levantar y siento como mi corazón late con fuerza. De igual forma siento que mi corazón nunca se fue con el, sino que sigue aquí. Aunque reí y también lloré por aquel al que casi ni recuerdo, ahora en mis sueños que ya son sueños, no pesadillas, aparecen otros ojos a los que apreciar. Al que los que miraré cuando diga te quiero sin ningún miedo a que no me lo devuelva, porque al fin y al cabo es verdad: te quiero. Así, un pensamiento que me servirá para cuando me abandonen, mas de lo que lo han hecho, mientras que la filosofía de otras personas es que todo tiene un fin, mi ética concluye a esta: cuando algo se acaba es, porque de un modo u otro, me esperará algo mejor mas a delante.
*PD: Al ayer no lo tomes en cuenta, olvídalo. Al hoy mañana lo olvidarás. No pienses en el mañana, todavía no ha llegado ni tampoco sabes si llegará. El mejor regalo que te pueden hacer es poder gozar de un ahora, porque eso indica que sigues vivo y que formas parte de este mundo donde unos millones de personas hacen lo mismo que tu, vivir el hoy. Otras millones de personas nacen y otros mueren. Naces para demostrarle al mundo que vivir vale la pena.
NoaPrimavera!
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