...

lunes, 25 de febrero de 2013

Huir.

A veces uno tiene ganas de no saber de nadie, de amanecer una mañana en una isla desierta arropada por la arena e invadida tan solo por el sonido de las olas del mar.
Despertar, caminar paso tras paso y no encontrar una sola persona. Rebuscar por la arena donde despertaste, darte cuenta de que no tienes ningun medio de comunicación y que tu móvil no existe. No tener ninguna interrupción en este momento que es tuyo, solo tuyo. Sin sorprenderte de las personas que no les importe que hayas desaparecido, porque a ti tampoco te importa que no esten en esa isla junto a tí.
Sin relojes que mirar, sin personas a las que molestar, sin voces que hablan sin decir nada.
A veces a uno le dan ganas de desaparecer del mapa y ni si quiera saber en qué otro mapa andas perdido.


No hay comentarios: