NAVIDAD

Éstas, son épocas de turrón, de polvorones, de regalos, sonrisas, ilusión... Navidad, esa época adorada por unos y odiada por otros. Ya es costumbre salir de tu casa y ver la calle decorada con luces, portales de belén y árboles gigantescos de navidad. Es época de frío, época de dos kilos de más.
Cada familia celebra la navidad a su manera. Pero es única y la que no viviremos igual en otra casa si no en la nuestra. Unas familia lo hacen a lo grande; almuerzos, cenas y muchos pero que muchos dulces. Otros lo hacen más en privado, o SOLOS, pero felices ya que estamos a punto de dar la bienvenida a un año más. Por otro lado están los niños, los verdaderos protagonistas de estas fechas. Ver la magia en su mirada, la mañana de navidad frente al árbol. Unos más regalos, otros menos. Esta época también es triste. Triste por los que ya no están para celebrarla, triste por momentos malos por los que estamos pasando, tristes por el simple hecho de que en otro lugar del mundo, más lejos o menos de ti, hay alguien que no tendrá la suerte que tienes tú.
Brindemos, brindemos por los que están aquí y también por los que ya no, brindemos por quién es fuerte y por quién tan solo intenta serlo, también por el abuelo y por el que acaba de nacer, por los que trabajan la noche de navidad, por las madres que están pendientes de que absolutamente todo esté perfecto. Brindemos por los que solo pueden ver las campanadas en un hospital, por los padres que luchan por sus hijos un año más y también por los que intentan sacarlos adelante sin tener casi para ellos, por los que salvan vidas, por los que tiemblan de frío porque no tienen nada para abrigarse, por los que sacrifican sus regalos para tener algo para sus hijos. Brindemos por quién tiene fe y por los que tienen esperanza en que todo va a ir a mejor. Y SOBRE TODO POR LOS QUE HACEN POSIBLE QUE ESTA NAVIDAD, MI NAVIDAD, COLMEN DE FELICIDAD EL MUNDO. FELIZ NAVIDAD.