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miércoles, 9 de febrero de 2011

El que no arriesga no gana me dicen!

Caí. Mil y una veces, caí. Sentí el frio suelo sosteniendo mi cara, con los ojos cerrados para no dejar escapar ninguna lagrima. Sentí la violenta caída sobre él, sentí de todo menos las manos que me debían de haber sostenido. Y desde esos momentos, voy viendo, lo increíblemente único que es el ser humano. Lo capaz que es de quitarle importancia, a algo por lo que antes morías.
      
Y la pregunta es cómo empieza todo...
Todo empieza con el corazón. Al que odio inmensamente. El que me hace sentir a mi manera. Querer a mi manera. Caer a mi manera y olvidar a mi manera.
Y así el error mas grande que he cometido siempre es pensar: Él estará abajo para sostenerme y no me va a dejar caer. Siempre, pero siempre me ha pasado eso.
-Por qué esta vez iba a ser diferente? Por qué, eh?
-No se sabe. Sabes cómo lo puedes averiguar? 
Arriesgándote.Arriesgándote...Arriesgándote...Arriesgándote...Arriesgándote...Arriesgándote...
Como un eco, retumbaba esa palabra en mi mente sin descanso.
Y ahora es cuando viene la frase tan sonada:
"El que no arriesga no gana".

Porque supuestamente... no tengo nada que perder.



Pero por mucho el que no arriesga no gana... Cuesta deshacerse del orrgullo, sabes?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me pasa exactamente lo mismo

mybeautifuldream dijo...

Es genial tu entrada..
http://dreamingsworld.blogspot.com/
un saludo.